Inspirada por los grandes acontecimientos de estos días y los que están
por llegar de personas tan cercanas y queridas, aprovecho para darles mi
Enhorabuena de todo corazón y para hablar sobre el famoso “Baby Shower”, que
tan de moda esta y tan poco conocido y usual es para la mayoría en España.
Se trata de
un evento tradicionalmente celebrado en EEUU con motivo de la llegada de un
bebé al mundo, y que al parecer tiene su origen en la costumbre de organizar
una fiesta de chicas para festejar el
embarazo de la amiga y hacerle entrega de los regalos que se han
comprado para el recién nacido. Tenía por tanto un fin solidario, ya que era
una manera de echar una mano a los padres facilitando la canastilla y todo lo
que necesitara bebé, evitandoles el gran desembolso que supone.
El Baby
Shower normalmente tiene como temática el color rosa o azul utilizando una decoración
infantil en esos tonos con globos, flores, manteles y servilletas, dulces, etc.
Normalmente se suele ofrecer una merienda o aperitivo y las invitadas llevan
detalles para el recién nacido e incluso a veces hay lista de regalos de
nacimiento contratada por los padres en alguna tienda dónde tengan las cosas
que necesitan, por lo que los invitados no tienen que preocuparse de si el
regalo será adecuado o no.
Por
supuesto, al igual que cualquier evento o celebración se puede tematizar y
organizar como se quiera, incluyendo todo tipo de detalles, sorpresas,
animación, etc.
Al margen
de la forma en que se celebre, la realidad es que se trata de algo muy práctico
tanto para los invitados como para los padres, ya que estos se evitan el goteo
permanente de visitas –esperadas y deseadas o no-, que se suele producir
durante 1-2 meses aproximadamente desde que nace el bebé, y que produce un
agotamiento, tiempo y gasto permamente de atención a dichas visitas, y por otro
lado para los invitados, resulta muy cómodo el tener una fecha fija para
conocer al bebé y felicitar a los padres, además de pasar un rato divertido y
aprovechar para entregarles su regalo, sin necesidad de estar varios días
pendientes de encontrar el momento oportuno para ponerse de acuerdo.
María Nieto Lerdo de Tejada
28 de Abril de 2014