23 de julio de 2012

El Presupuesto De Una Boda


En los tiempos que corren parece importante abordar un punto fundamental en una boda, que muchas veces se convierte en un tema tabú en el entorno familiar, abandonado a su suerte hasta que llega el momento de pagar las facturas o simplemente planteado de forma poco práctica desde el principio. Por tanto, sea pequeño o ilimitado, es aconsejable sentarse un rato a hacer esta breve planificación económica, que nos servirá de guía para una correcta gestión y organización de nuestro Gran Día.

En primer lugar es conveniente que quede claro desde el principio quién va a asumir los gastos de la boda y en qué proporción si es que se trata de varias partes, de lo contrario puede haber cierta tensión innecesaria durante meses.

En segundo lugar deberíamos hacer la lista de invitados y a continuación la relación de partidas de gasto, ya que la primera condiciona la segunda.

Si tenemos un presupuesto limitado, podemos hacer ambas listas estableciendo un orden de prioridad o diferenciando entre lo “imprescindible”, lo “importante” y lo “deseable o secundario”, de manera que según avancen las confirmaciones de asistencia y los gastos reales, podamos ir ampliando invitados y partidas.

Inicialmente será necesario realizar algunas averiguaciones para poder estimar el coste de cada servicio; sin ánimo de realizar un análisis de precios, cabe matizar que estos vendrán condicionados por el lugar dónde nos casamos, la época del año, el día de la semana, el estilo, la logística y la dimensión de la celebración que queremos organizar. Cuanta más información real tengamos, mucho más preciso será el presupuesto que elaboremos. En cualquier caso siempre es recomendable estimar por lo alto, así evitaremos sorpresas de última hora.   

Una vez terminado nuestro plan financiero de boda ya tenemos una idea de lo nos vamos a gastar pero ¿Cuándo y cómo hay que pagarlo?. Para organizar los pagos podemos elaborar un planning de acuerdo con las condiciones de pago de cada uno de los servicios que vamos a contratar. En general habrá que abonar una señal para formalizar todas las contrataciones, algunas cosas habrá que pagarlas por adelantado, otras el mismo día de la boda, después…y los conceptos más relevantes se abonarán a plazos. A medida que se acerca la fecha se van acumulando tareas y resulta bastante complicado estar pendiente de todas, más aún si hay varias personas participando en los preparativos, por lo que tener una previsión de pagos desde el principio es una herramienta muy útil.

Según vayan transcurriendo los meses habrá que actualizar tanto la lista de invitados, como el presupuesto y el plan de pagos, tratando de que todo quede cerrado con la mayor antelación posible.

Hay cuestiones e incluso tradiciones tales como quién debe asumir ciertos gastos o la forma y momento de efectuar el pago, que en ocasiones se pueden negociar y en general son muy personales, si bien hay algunos consejos que pueden resultar de utilidad, como por ejemplo, fraccionar los pagos, evitar pagar por adelantado el 100% de cada servicio que se haya contratado, evitar en la medida de lo posible realizar pagos el mismo día de la boda, y en caso de hacerlos encargárselos a alguien de confianza, y procurar no endeudarse o hacerlo lo menos posible buscando facilidades de pago, trucos para ahorrar en ciertas partidas o apoyo financiero entre familiares y amigos.

Ni que decir tiene que si cuentas con un buen Wedding Planner no necesitas leer este artículo!

María Nieto Lerdo de Tejada

Madrid, 23 de Julio de 2012

No hay comentarios:

Publicar un comentario